A esta película se la vio hace una semana en La Ciudadela. San Martín volvió a terminar pidiendo la hora, esta vez frente San Lorenzo de Alem, como había ocurrido contra Juventud Antoniana. Fue un partido que los dirigidos por Sebastián Pena habían hecho los méritos para definir, pero terminaron desdibujados en su juego. Por eso la clasificación a la segunda fase no generó mucha alegría.
La preocupación que mostró el DT marca las dos caras que tuvieron los “santos” en un cotejo que se le presentaba fácil. El arranque del duelo no pudo ser más auspicioso. Apenas se habían jugado dos minutos cuando Lucas Chacana abrió el marcador. Esto catapultó al equipo local al área defendida por Nicolás Carrizo y dejó los espacios para que “Luquita” hiciera valer su velocidad y complicara a la zaga local. A los 19’, el delantero aprovechó un rebote y marcó otra vez. San Martín fue justificando la diferencia, incluso pudo haberla estirado sobre el final pero el árbitro Alejandro Arco le anuló una conquista a Marcelo Castellano que hubiera sido lapidaria para las aspiraciones de los dirigidos por Hugo Rolando Corbalán.
Tal como se había desarrollado la etapa inicial, nadie en el Bicentenario se podía imaginar el cambio que tendría el juego. Y eso, más allá de los méritos de los catamarqueños, se produjo por la sensible baja en el rendimiento de los “santos”. A los cuatro minutos, luego de lucirse en un remate de Daniel Carrasco, el golero Nicolás Carrizo tuvo una tardía reacción y no pudo evitar que “Bombín” convirtiera un gol olímpico.
Esa conquista del local fue como un golpe que dejó “groggy” al equipo tucumano. Desde ese momento los “santos” fueron perdiendo volumen de juego ante un equipo que, con muchas limitaciones, se las ingenió para que ponerse a un paso de la igualdad. Si esta no se concretó se debió más que nada a la poco eficaz tarea de los atacantes de San Lorenzo.
Esta vez, le alcanzaron 45 minutos para ganar el partido, pero con vista al futuro y con rivales de mayor calibre, esta irregularidad en el juego puede terminar siendo fatal.